viernes, 20 de julio de 2012

Los nombres del vino

Tanto tiempo promocionando, vendiendo y catando vino con gente de diversos países me ha dado la idea de escribir este post con la intención de intentar recordar la cantidad de nombres, marcas y descripciones que la gente tiene a su disposición cuando va a elegir un vino y, luego, tiene en la mano una copa llena.

También he de decir que es completamente diferente hacer una presentación a un comprador de una gran cadena de distribución que a un distribuidor de productos gourmet o a consumidores finales, según sean sus conocimientos al respecto. Lo importante es hablar en el mismo lenguaje del interlocutor porque cada sujeto busca cubrir una necesidad diferente: desde llenar estanterías en el lineal del supermercado hasta disfrutar de un vino perfecto para maridar con el plato elegido.

En general, la gente piensa que beber vino "de marca" es algo snob o pretencioso y no hay nada más lejano. Beber vinos concretos de regiones, uvas o enólogos/bodegas específicos es cuestión de gusto, de curiosidad, de conocimiento, de aprendizaje y, sobre todo, de bolsillo hoy en día. 

También influye mucho como va "vestido el vino", en botella (de 75cl., 50 cl, un magnum de 1,5 lts.), en tetrabrick, en garrafa, en bag-in-box, o incluso en las nuevas presentaciones en lata (como la cerveza). Cada formato tiene su mercado, su clientela y su momento.

Pero creo que uno de los elementos más importantes, aparte de la etiqueta, es "el nombre del vino" que en ocasiones coincide con la marca y nombre de la bodega. Otras veces, se opta por crear marcas nuevas y modernas con nombres cortos, concisos, divertidos, contundentes o fáciles de pronunciar en varios idiomas. A veces, se rinden homenajes a familiares y amigos, poniendo un nombre propio a los vinos especiales de ediciones limitadas.


En los países hispanos productores de vino tenemos Marqueses, Condes, Duques, Coronas, Dinastías, Familias, Herederos, Castillos, Hijos de, Viñas, Fincas, Pagos, Viñedos, Heredades.....una larga lista que nos lleva a pensar que ese vino tiene raíces, saber hacer, abolengo, historia, tradición, y, por ende, calidad. Lo que le otorga un carácter de algo exclusivo y alcanzable por unos pocos.....cosa que no debería asustar ni alejar al consumidor porque al fin y al cabo es VINO...eso sí, con NOMBRE y, a veces, hasta con renombre!!