jueves, 22 de diciembre de 2011

El vino y los sabores

Lo siento. Pero no puedo cambiar ciertos sabores y aromas a estas alturas de mi vida. Son ya bastantes años disfrutando de cosas básicas y diarias que ahora se empeñan en hacerme cambiar. Y no me gusta. Me voy a explicar: no puedo cambiar sabores de toda mi vida como el Licor del Polo de menta en tubo, el Nescafé soluble en tarro de cristal transparente, el Cola-Cao clásico en bote de plástico amarillo, la Coca-Cola en su lata roja o en vidrio, las galletas María de siempre envueltas en celofán. Ahora con tanta marca blanca y tanto 0%, los productos de antaño no son lo que eran (y eso que reconozco haberme subido al carro de algunos productos de última generación en temas de alimentación). Me gusta llevar una dieta sana, cuando puedo.

En cambio, es curioso, como con el vino he aprendido a descubrir nuevos sabores además de nuestros tradicionales e omnipresentes Tempranillo y Garnacha -aún más, siendo yo de Zaragoza con sangre Riojana, la mezcla estaba ya asegurada!-. 

Con los vinos, siempre me gusta descubrir sabores y aromas nuevos. No quedarme amarrada a las uvas o regiones que conocí desde joven. Gracias a mi curiosidad y por mi trabajo, he ido descubriendo infinidad de uvas tan diversas como las personas. Hay tantos tamaños, formas, colores, intensidades, pieles, pulpas, pepitas, etc. que hacen de cada vino un mundo distinto de sabores y connotaciones. Unos son florales, dulces, salinos, otros huelen y saben a fruta madura, fresca, tropical. Los hay que recuerdan al heno, a la hierba fresca recién cortada, al tabaco fresco, a madera tostada, al cacao intenso, al regaliz, a la menta, a pasas. Son las miles de huellas grabadas que tenemos cada uno en el cerebro las que nos hacen calificar a un vino de una u otra manera. Ya he dicho alguna vez que comentar un vino es algo tremendamente subjetivo y que entran en juego la emoción, las vivencias de cada uno y la sujetividad de la persona.

Como solemos decir "para gustos, los colores" y yo digo que "para gustos, los vinos!". 
¡SALUD y GUSTOSO 2012!